domingo, 22 de abril de 2012


Los años pasan y todo sigue igual.
Perdí la determinación, dejo pasar el tiempo
esperando que algo cambie mi actitud.
Pero el tiempo sólo hace que pasen mis días
uno tras otro, sin cambio alguno.

No me divierte perder la estabilidad,
no tener ganas de otra cosa que llorar.
¿Hasta qué punto se puede seguir cayendo?
No hay final, sólo el vértigo
de no poder controlar la situación.

Soñando mejores vidas por las noches,
a veces preferiría no despertarme.
Plagados de mensajes esperanzadores
que no son más que mentiras autocomplacientes.
¿Cómo es que la gente soporta esto?
Simplemente siento que la gente no está viva.

Es realmente desesperanzador estar vivo.                                                                   
Sólo nos queda aislarnos en nuestros ideales,
crear nuestro submundo,
que nunca formará parte del mundo.

Y acá estamos,
parados en medio de la nada,
sin poder aferrarnos a nada real.
No existe dios que nos salve
de no pertenecer a ningún lugar,
de ser hijos de nadie
y de estar completamente solos.

Esta es la existencia, esto es lo real.
La gente nunca podría soportarlo,
no los culpo, no se siente bien hacerlo.
Comprar mentiras es más bonito,
pero yo no puedo, porque no creo en nada.

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