lunes, 30 de abril de 2012

Aún me acuerdo cada detalle de ese momento que me disparó a escribir esto...el viento que entraba por aquella ventana, el llamador de ángeles que parecía convulsionarse frenéticamente. Y yo sabía que todo eso estaba destinado a desvanecerse, quería estar ahí, pero a la vez hubiese querido no estar.


Bifurcación

El estrépito del desencuentro estremece las paredes.
Nueva escena, otra máscara: hoy fingiremos inocencia.
Universos paralelos en contradicción.
Me desdoblo para no caer.

Somos nuevos personajes caminando por el aire,
las imágenes nos persiguen por la habitación.
Cuatro mundos sincronizados a destiempo,
el silencio es nuestro único refugio.

Aparente equilibrio de expectativas opuestas,
la lluvia ya no podrá borrar las huellas:
ahora soy otra, pero también soy yo.
No pretendo olvidar, ni desistir.
Para salirme un poco de la oscuridad de días anteriores, que en este momento no me representa, me dispuse a leer algunas poesías viejas que remiten a sentimientos más luminosos. Creo que esta es del 2009.


Intocable

Y así frenaste mi mundo,
en ese acorde - fugazmente-
fuiste parte de mi.

Tus ojos me despojaron
de todo lo que soy.
Con cada palabra
estremeciste el aire,
y aún mi cuerpo
permanece vibrando.

Lejanamente tuya
no dejo de admirarte:
reflejo de lo Perfecto,
terriblemente intocable.

domingo, 22 de abril de 2012


Los años pasan y todo sigue igual.
Perdí la determinación, dejo pasar el tiempo
esperando que algo cambie mi actitud.
Pero el tiempo sólo hace que pasen mis días
uno tras otro, sin cambio alguno.

No me divierte perder la estabilidad,
no tener ganas de otra cosa que llorar.
¿Hasta qué punto se puede seguir cayendo?
No hay final, sólo el vértigo
de no poder controlar la situación.

Soñando mejores vidas por las noches,
a veces preferiría no despertarme.
Plagados de mensajes esperanzadores
que no son más que mentiras autocomplacientes.
¿Cómo es que la gente soporta esto?
Simplemente siento que la gente no está viva.

Es realmente desesperanzador estar vivo.                                                                   
Sólo nos queda aislarnos en nuestros ideales,
crear nuestro submundo,
que nunca formará parte del mundo.

Y acá estamos,
parados en medio de la nada,
sin poder aferrarnos a nada real.
No existe dios que nos salve
de no pertenecer a ningún lugar,
de ser hijos de nadie
y de estar completamente solos.

Esta es la existencia, esto es lo real.
La gente nunca podría soportarlo,
no los culpo, no se siente bien hacerlo.
Comprar mentiras es más bonito,
pero yo no puedo, porque no creo en nada.

sábado, 24 de marzo de 2012


Las sombras yacen en tu jardin,
ya es demasiado tarde.
Nadie lamenta que no estés acá,
las horas siguen pasando.

¿Acaso creíste que tanto dolor iba a quedar impune?
Es tarde para pedir perdón.
Estás en todas partes,
entre la tierra húmeda.

Ya no tenés que fingir más
¿Sentís el frío?
Sonrio.