lunes, 30 de abril de 2012

Aún me acuerdo cada detalle de ese momento que me disparó a escribir esto...el viento que entraba por aquella ventana, el llamador de ángeles que parecía convulsionarse frenéticamente. Y yo sabía que todo eso estaba destinado a desvanecerse, quería estar ahí, pero a la vez hubiese querido no estar.


Bifurcación

El estrépito del desencuentro estremece las paredes.
Nueva escena, otra máscara: hoy fingiremos inocencia.
Universos paralelos en contradicción.
Me desdoblo para no caer.

Somos nuevos personajes caminando por el aire,
las imágenes nos persiguen por la habitación.
Cuatro mundos sincronizados a destiempo,
el silencio es nuestro único refugio.

Aparente equilibrio de expectativas opuestas,
la lluvia ya no podrá borrar las huellas:
ahora soy otra, pero también soy yo.
No pretendo olvidar, ni desistir.

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